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Channel: Crónicas desde San Sebastián » Bahman Ghobadi
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El capital, hipnotizado por la ambición y la avaricia, se va de pesca en la recta final del Festival

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por Carlos Loureda

Ya sólo quedan dos días del 60 Festival de San Sebastián, en una edición, que será recordada como una de las mejores añadas que ha vivido la ciudad. Queda el último tercio del certamen, las tres últimas películas en competición oficial y luego, por supuesto, una de las partes más divertidas, los pronósticos que nunca se cumplen y el palmarés que, para muchos, será polémico (tradición de todo festival que se precie) y para otros la justicia misma.Para ir acabando en plena forma, Costa-Gavras adapta al cine la novela de Stéphane Osmont, para dar una verdadera paliza a todas las sanguijuelas del sector financiero que especulan con las economías de países enteros, tienen por credo la ambición sin límites y son tan volátiles como los instrumentos financieros que se sacan de la manga. Respaldo mayoritario del público ante las perlas, en forma de verdades como puños, que se escuchan a lo largo de la película: los bancos “somos los Robin Hood modernos, robamos a los pobres para dárselo a los ricos” o “los banqueros seguirán jugando hasta que todo estalle”.Esta farsa jugosa e irónica cuenta con buenos actores (Gad Elmaleh o Céline Sallette), la dirección nerviosa y enérgica a la que nos tiene acostumbrados el cineasta griego y un guión que no se detiene ante ninguna facilidad. El fondo es extraordinario pero la forma es, límite, “clownesca”, exagerada y con ciertos recursos facilones, estéticos y narrativos (como por ejemplo, el actor principal dirigiéndose directamente a la cámara buscando una complicidad ganada de antemano). Sin embargo, si el jurado opta por un palmarés de tono político (como lo hizo Cannes en la edición 2002 con Bowling for Columbine de Michael Moore) puede llevarse algún premio, guión… quizás.Todo festival cuenta con algunos cineastas que suelen presentar, casi, todos sus trabajos. Uno de los habituales de San Sebastián, al igual que Bahman Ghobadi, es Carlos Sorin. De nuevo la familia que rueda unida, permanece unida. Veo en los títulos de crédito: un Sorin actor, otro músico y un tercero, productor, guionista y director. Días de pesca es una historia muy, muy mínima con Bombón, el perro, en versión peluche. El problema es que el último trabajo del director argentino, al ser tan mínimo, desaparece, y no se puede hablar de él sin cometer un grave spoiler. Por ejemplo (atención spoiler), es la historia de un hombre quiere ir a pescar, hacer un poco turismo y ver a su hija. Títulos finales de crédito tras una hora y veinte minutos. ¿Ya se acabó? Pues, sí.La última de la selección oficial, El hipnotista del cineasta sueco, Lasse Hallström, capaz de lo mejor y de lo peor, se apunta a la fría ola de cine negro adaptada de la novela de éxito de Lars Kepler. La pareja protagonist, Lena Olin y Mikael Persbrandt, está como siempre muy bien, el ambiente es correcto, la fotografía con esos blancos y rojos espectacular, pero no pasa de película de domingo por la tarde y mantita. Además el guión nos muestra al culpable en el minuto tres, sin olvidar las situaciones inexplicables como la de un joven que se escapa corriendo en pijama del hospital para aparecer en la siguiente escena, vestido y con su móvil (era el hipnotista, no el mago, ¿no?). Si la policía sueca es como en la peli es la más incompetente del mundo. Aficionado al género, no he visto o leído una investigación tan mal llevada en toda mi vida.Pasan los días y todavía no he podido hablar de películas que me han gustado, incluso a un ritmo de dos artículos por día,  y que se llevarán algún premio: König de cómics, Six acts, Animals, 7 cajas… pero eso será para mañana en la lista de pronósticos, antes del palmarés de la noche.

Continuará…



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